Del Estereotipo a la Autenticidad:
La Revolución Gráfica de la Salsa en los 70.
Carlos Uriel Aranzazu López.
Bogotá, Colombia.
Carlos.aranzazu@gmail.com
Este texto plantea la posibilidad de contextualizar al ciudadano latino en su hacer, intereses y demás aspectos a través de las carátulas de la Salsa, principalmente en la época de su auge en los años 70 y 80 en New York.
Los grandes movimientos artísticos del siglo XX —Fluxus, CoBrA, el Nuevo Realismo, el arte Pop y el arte conceptual, entre otros— no solo cambiaron la forma de ver el arte: también abrieron nuevas rutas para la experimentación sonora. Al igual que artistas como Richard Hamilton, Andy Warhol, Robert Frank o Les Levine se dejaron seducir por los sonidos del rock, los diseñadores latinoamericanos y creadores, adoptaron estas corrientes, dejando su huella en la música Salsa, la plástica y la cultura popular neoyorquina.

La salsa no solo se escucha: también se mira.
Pablo Yglesias, investigador y apasionado de la cultura latina, fue el primero en recopilar el trabajo de varios diseñadores de carátulas de Salsa en su libro Cocinando [1]. En sus páginas, Yglesias destaca el aporte de artistas como Charlie Rosario, Izzy Sanabria y Ely Besalel, entre muchos otros, revelando cómo la gráfica de la salsa también cuenta historias de identidad, resistencia y evolución cultural.
El libro propone algo fascinante: mirar la Salsa no solo como música, sino como un espejo de las raíces afrocaribeñas y de la transformación de ideas sobre cultura, raza, etnia, género y sexualidad en el escenario internacional. Cada carátula, cada imagen, cada trazo de tipografía es parte de un relato mayor que acompañó el sonido vibrante que conquistó al mundo.
Y no es casualidad que el corazón de esta revolución gráfica y sonora haya salido en Nueva York, en los años 70. Allí, en medio de una ciudad en constante cambio, ilustradores, fotógrafos, tipógrafos, pintores, escultores, poetas y músicos —muchos de ellos latinos o ligados profundamente a la cultura hispanoamericana— plasmaron en sus obras la energía, el orgullo y la idiosincrasia de una comunidad que hacía de la música su bandera.


Hoy, mirar esas carátulas es como viajar en el tiempo: ver el pulso de una generación que bailaba, soñaba y luchaba al ritmo de la salsa. Entender ese lenguaje visual es también entender cómo la música latina construyó su lugar en el mundo, más allá del sonido, más allá del escenario.
Porque en cada portada hay una historia que aún suena.
Uno de los primeros artistas gráficos que propuso una mirada directa a esta identidad latina fue Ely Besalel, pintor de origen barranquillero que completó su formación en Nueva York, en el Community College de Brooklyn y en la School of Visual Arts.
Para Besalel, el verdadero desafío no está en el arte por el arte, sino en utilizarlo como respuesta a problemas de comunicación. Como él mismo explica:
«El arte es lo que uno dice, lo que uno expresa. Entiendo que Picasso es muy bueno, muy talentoso, dibujó muchas cosas bonitas; pero lo más desafiante es plantearle un problema a una persona y decirle: ‘Resuélveme esta situación visualmente’.» [2]
Con esta visión, Besalel se considera más diseñador que artista. De hecho, encuentra en la filosofía impresionista del pintor Toulouse-Lautrec su mayor inspiración: un creador que supo mezclar arte, comunicación y vida urbana en una misma imagen.
Aunque idealista en sus comienzos, es más práctico en la etapa de trabajo. Trabajo que empezó en en Lance Studios.

El primer trabajo del maestro Ely Besalel.
Uno de los trabajos que mejor refleja la realidad de la comunidad latina en Nueva York es el álbum Bustin’ Out (1972). En él, el músico Joe Cuba y su grupo aparecen fotografiados por Ely en un edificio abandonado, vistiendo ropa cotidiana en lugar de los trajes elegantes que solían usarse en los años 50 y 60. Esta imagen rompe con las representaciones idealizadas del pasado y muestra una visión más honesta y cruda de la vida latina urbana.

Al momento de tomar las imágenes para el álbum Bustin’ Out (1972), la intención era clara: documentar el realismo social. En lugar de los smokings brillantes típicos del Palladium —una elegante discoteca de la época—, los músicos aparecieron con la ropa que usaban a diario. Joe Cuba viste una camiseta con el nombre de los Young Devils, un equipo de béisbol callejero al que apoyaba. La imagen, virada a sepia, parece rescatada del basurero, reforzando esa estética cruda y auténtica. La carátula también incluye letras con estilo de grafiti, una referencia al trabajo previo de Izzy Sanabria en el álbum Acid de Ray Barretto, y un guiño directo a los jóvenes de la calle.
Con esta propuesta visual, Joe Cuba empieza a consolidarse como una figura clave de la salsa dura y callejera. Él mismo lo explicó: “Las balacas y pantalones de bota campana se usaban. Esa fue la primera vez que posamos con nuestra ropa de calle para una carátula. Antes solíamos ser todo flash, estilo Palladium”.
Cuba había sido un buen jugador de béisbol y baloncesto, pero una fractura en su juventud truncó su sueño de llegar a las grandes ligas. Esa pérdida lo llevó a la música, otra pasión con la que logró destacarse.
El deporte siempre ha sido parte central de la cultura latina en Nueva York. Tanto así que, en 2012, el DJ Bobbito García y el fotógrafo Kevin Couliau produjeron el documental Doin’ It in the Park [3], sobre la escena del baloncesto callejero en la ciudad. La música del film fue compuesta por Eddie Palmieri [4], ganador de 10 premios Grammy, quien creció en el Bronx y ha sido amante del deporte desde niño. Para muchos, como Palmieri, el deporte —al igual que la música— ha sido una vía de escape y una forma de identidad.
Otra faceta de Joe Cuba se revela en el LP Cocinando la salsa, donde se muestra como anfitrión y cocinero. “Esta imagen me muestra cocinando las cosas buenas de Puerto Rico en ‘La Asia No.1’, un restaurante de fusión cubano-china en el West Side donde solíamos pasar el rato”, explicó. La comida, como la música, es cultura. Y para percusionistas como Cuba, Barretto y Santamaría, cocinar —ya sea con tambores o en la sartén— era parte de su esencia.

El fotógrafo y diseñador Ron Levine, conocido por su trabajo en la música salsa, comentó sobre esta etapa: “Sí, esa era la cocina de Joe, muy sabrosa. Supongo que es como un álbum de salsa, ¿verdad? Un nombre bastante obvio que aprovecha el término ‘Salsa’”. Levine también diseñó Sofrito para Mongo Santamaría, otro álbum que conecta música y cocina. Sobre esa portada, recordó: “¡Mongo mismo preparó la comida que aparece en la sartén! Hicimos la sesión en casa de Jerry” .

El álbum “Sofrito”
En la música latina, las portadas de discos, muchas veces construidas en torno a objetos diseñados específicamente para ellas, revelan narrativas complejas y, a veces, contradictorias. A través de sus imágenes se abordan temas como el transnacionalismo, la espiritualidad, la justicia social, la cultura juvenil, la inmigración, los derechos civiles, la sexualidad y el sexismo, la raza y el racismo, además de otros marcadores de identidad como la gastronomía, los pasatiempos tradicionales, la muerte, las celebraciones y la religión [5]. Cada portada no solo acompaña a la música: también puede inspirar debate y reflexión sobre el contexto social que la rodea. Más allá de los significados implícitos, algunas carátulas destacan simplemente por su fuerza estética, atrapando incluso al observador casual, sin necesidad de un conocimiento profundo de sus códigos culturales. [6]

De Panamá a New York muestra a R. Blades haciendo autostop.
Durante las décadas de 1940 y 1950, muchos de los diseñadores de carátulas para música latina en Estados Unidos eran nacidos en el país y trabajaban en los departamentos de publicidad, promoción e impresión de los sellos discográficos. Sus conceptos gráficos solían reflejar una visión deformada de la cultura latina, cargada de clichés, estereotipos y prejuicios: el “amante latino”, el “machista opresor” o la aparente “vida fácil” del latino eran imágenes recurrentes.
Fue en la década de 1970 cuando las portadas de los LP de música caribeña —y otros géneros afines— comenzaron a ayudar, junto con la televisión y la radio, a definir una identidad latina más real en Nueva York.
En este cambio tuvo un papel clave Izzy Sanabria, diseñador gráfico del sello Fania, quien reposicionó visualmente la llamada «cultura neoyorican», alejándose de las representaciones estereotipadas que dominaban hasta entonces. A su lado, figuras como Gabriel Oller, José Curbelo, Ralph Mercado y Jerry Masucci, pioneros del mercadeo dentro de la comunidad latina, impulsaron esta transformación al apoyar el talento gráfico latino y desafiar la narrativa controlada por la industria angloamericana.
Este contexto convierte a las carátulas de salsa de los años 70 en una fuente clave para estudiar la evolución social, cultural e identitaria de los latinos en Nueva York.
Las portadas de los discos de salsa en los años 70 no solo acompañaron una revolución musical; también documentaron una transformación social profunda. A través de ellas, los latinos de Nueva York encontraron nuevas formas de verse y ser vistos, dejando atrás los estereotipos para construir una identidad más auténtica y poderosa. Hoy, estudiar esas imágenes es clave para entender cómo el arte visual, la música y la cultura popular se cruzan en la historia de la comunidad latina.
Citas:
[1] Yglesias Pablo. 2005. Cocinando!: Fifty Years of Latin Album Cover Art. Princeton Architectural Press. New York.
[2] Entrevista a Ely Besalel, vista en
http://www.herencialatina.com/Ely_Besalel/Ely_Besalel.htm en
septiembre de 2014.
[3] Sitio web del documental, visto en http://doinitinthepark.com/film en
agosto de 2014.
[4] Reseña sobre el álbum musical de Eddie Palmieri, visto en http://lahorafaniatica.gladyspalmera.com/eddie-palmieri-in-the-park/ en
agosto de 2014
[5] Pablo Yglesias no se refiere explícitamente a la Religión como un tema social en su libro.
[6] Yglesias Pablo. 2005. Cocinando!: Fifty Years of Latin Album Cover Art. Princeton Architectural Press. New York
Bibliografía:
ARTEAGA, José. Oye como va…El mundo del Jazz Latino. La esfera de los libros. Madrid. 2003.
ARTEAGA, José D.J. Eddie Palmieri in the Park. Blog Radio Gladys Palmera. http://lahorafaniatica.gladyspalmera.com/eddie-palmieri-in-the-park/ visto en septiembre de 2014.
COSTA, Joan; Raposo Daniel. La rebelión de los signos. La Crujía ediciones. Tucumán. 2008.
JURSICH DURÁN, Mario. ¡Fuera zapato viejo!. Idartes. Bogotá. 2014.
RONDÓN, César Miguel. Salsa, crónica de la música del Caribe Urbano. Caracas. 2000.
SANCHEZ COLL, Israel. Ely Besalel, el clásico. Revista musical latinoamericana “Herencia Latina”. Agosto de 2005.
SANCHEZ COLL, Israel. L’ Efant Terrible del Arte Latino. Revista musical latinoamericana “Herencia Latina”. Agosto de 2005.
YGLESIAS, Pablo. Cocinando!: Fifty Years of Latin Album Cover Art. Princeton Architectural Press. New York. 2005.